Viena, a orilla del Danubio y al pie de Los Alpes, se nos muestra entre música, arte y arquitectura. Cuna de grandes como Strauss, Beethoven o Mozart, la capital de Austria es una ciudad inolvidable, ideal para disfrutar entre dos. Esta guía nos muestra todo lo que podemos visitar si tenemos pocos días en nuestro itinerario.
24 horas de música y torres en Viena
Para empezar podemos visitar el centro de la ciudad para conocer La Catedral de San Esteban o La Catedral de Viena (Stephansdom), su símbolo más relevante, construida sobre los resto de una iglesia románica dedicada a San Esteban en 1147, y de esta antigua construcción se conservan la Puerta de los Gigantes y las Torres de los Paganos. Ahora, en su mayoría gótica con estilos de otras épocas, se puede disfrutar de una de las mejores vistas de Viena desde su Torre Steffl (en forma de aguja) con sus 137 metros de altura.
Muy cerca de allí llegaremos a la Ópera Estatal de Viena (Straatsoper), la más conocida en el mundo, inaugurada en 1869 con una pieza de Mozart. Para conocer sus instalaciones debe hacerse mediante una visita guiada, cosa de la que no nos arrepentiremos, pues conocer el edificio por dentro y disfrutar de alguno de sus espectaculos no tiene precio.
48 horas entre los palacios y colores de Viena
Para continuar nuestro paseo por la ciudad podemos acercarnos al Palacio Hofburg, antiguamente residencia de la familia Habsburgo durante poco más de medio milenio. Avanzando en nuestro recorrido histórico debemos visitar el Palacio Schönbrunn, residencia de verano de la familia imperial durante su mayor esplendor.
En las cercanías del Palacio Hofburg nos toparemos con la Biblioteca Nacional Austriaca, biblioteca histórica de impresionante estilo barroco, mandada a construir por Carlos VI.
No olvidemos durante nuestro segundo día visitar la Ringstrasse, una avenida circular en la que encontraremos las edificaciones más importantes de Viena; el Ayuntamiento, la Bolsa, el Parlamento, el Burgtheater, la Iglesia Votiva o la Universidad.
Y para terminar el día debemos obligatoriamente pasar por Hundertwasserhaus, un original conjunto de residencias ideadas por el pintor Friedensreich Hundertwasser, en donde el color y la naturaleza predominan entre sus calles curvas o zigzageantes, uno de los patrimonios culturales de la ciudad.
72 horas de comida, cultura y diversión en Viena
Para empezar el día podemos ir al mercado Naschmarkt, uno de los mercados callejeros más antiguos del mundo, funcionando desde el siglo XVI, donde comer en uno de sus puestos es obligación.
Podemos continuar nuestro recorrido en la Cripta Imperial, donde descansan los restos de la realeza austríaca bajo impresionantes féretros.
Y para terminar podemos acercarnos al Prater, parque de atracciones que funciona desde el año 1895, en el que un aire de antiguas diversiones nos harán retroceder hacia carruseles y deliciosas chucherías.