En los Estados Unidos existen, sin duda, una cantidad de múltiples destinos increíbles para disfrutar nuestras vacaciones, ya sea de una forma tranquila, o sea con el fin de saciar nuestra sed de aventura durante los días libres. Este es el caso de uno de los paisajes más emblemáticos del continente norteamericano: El Gran Cañón.
Como llegar a El Gran Cañón
A este parque nacional ubicado en el estado de Arizona se puede acceder en coche viajando desde Las Vegas en recorrido de cinco horas, y en una hora desde cualquier Centro para Visitantes del Extremo Sur o Norte.
Asimismo, este maravilloso lugar se extiende a lo ancho de quince millas, y su largo resalta una imponencia allegada a las doscientas millas. El espectáculo del Gran Cañón se debe a que la mixtura de fisuras, mesetas, formaciones rocosas extraordinarias, quebradas y mágicos laberintos, nos obsequian una vista marciana, prácticamente de otro mundo.
Qué hacer y ver en El Gran Cañón
Además de su elogiada vista, este territorio se ubica también en uno de los rumbos predilectos de los aventureros. Su vibra de otro planeta y formaciones geológicas nos permiten la práctica de deportes al aire libre y extremos tales como la escalada, el rapel, las excursiones a pie dentro del cañón, la osadía de pasar la noche a la luz de las estrellas y la fogata, o simplemente para permitirte la desconexión de la realidad.
Por otra parte, si usted desea disfrutar de esta maravillosa panorámica pero de una forma menos atrevida y sí más cómoda, encontrarán a seis millas de la Villa Gran Cañón la pequeña Villa de Tusayan, un acogedor lugar en donde podremos disfrutar de diversos hoteles, restaurantes, bares, estaciones de servicio, un supermercado, un teatro, diversas tienditas y hasta un mini aeropuerto.
El Gran Cañón es espectacular, grandioso. Una oportunidad única y mágica con uno de los mejores escenarios naturales de América.