Ubicada al sur de Cataluña, Tarragona bordea las orillas del mediterráneo en la Costa Dorada. Con una población de aproximadamente 133 mil habitantes esta localidad veraniega, además de brindarnos simpatía y clase, nos deleita por sus cálidas aguas, bonitos paisajes y clima esplendoroso.
Asimismo, cualquiera que sea un sensible apasionado por el arte, la historia y la arquitectura, encontrará en Tarragona una enorme satisfacción. Sus edificaciones y monumentos históricos lo convierten en un destino tradicional y muy importante en cuanto al conocimiento y apreciación de la civilización occidental se refiere, además de que por tal razón o precisamente por el ‘’Conjunto Arqueológico de Tarraco’’, es que esta localidad es una de las honradas portadoras del título otorgado por la UNESCO de Patrimonio de la Humanidad.
Históricamente esta ciudad es un deleite. La influencia de las culturas que la poblaron a través de los años grabaron su esencia en las estructuras y aún hoy se puede presenciar el vivo reflejo de ellas. Antiguamente, Tarragona fue capital de la Hispania Citerior del Imperio romano, lo que en consecuencia ha trazado un aire añejo a sus monumentos, edificaciones y calles que se conservan hasta hoy en día.
Igualmente, al ser una ciudad de puerto, se respira un ambiente muy relajante y divertido. El ocio y el encanto de los placeres se pueden satisfacer enteramente en esta localidad. Su ambiente artístico, la intelectualidad de su movida cultural, y no menos importante, su gastronomía y vida nocturna completan lista de cualidades que posee este maravilloso destino.
Visitar Tarragona significa entregarse al relax y dedicarse al tiempo para uno mismo. Su luz despreocupada y tranquila serán cosas que viajeros que quieran desconectarse podrán apreciar. Esta perla de Cataluña ofrece todas las comodidades para disfrutar con complacencia de unas imborrables vacaciones de verano.