En el Valle de Boí (La Vall de Boí), en Cataluña, el turismo está a la orden de la temporada. Bien sea en verano o en invierno, las actividades deportivas, el senderismo, las aguas termales o el simple y placentero disfrute de la naturaleza, está en la comarca de la Alta Ribagorça, en Lleida.
Este conjunto de valles y sierras asentado en el Pirineo de Lérida, en Cataluña, no son solo para disfrutar de sus impresionantes paisajes, sino para recorrerlos en pleno.
Verano en el Valle de Boí
Si de un viaje de verano se trata, un paseo por el Parque Nacional de Aigüestortes es lo mejor para aprovechar el clima y de sus numerosas cimas que superan los tres mil metros de altura, con ríos, cascadas, pantanales y numerosos lagos con tonalidades insuperables
Para los que gustan de masajes y del tratamiento de reyes que ofrece un spa, el Valle de Boí cuenta con 37 fuentes de agua termales minero-medicinales, con distintas temperaturas, en la que se ofrecen servicios terapéuticos en unas de las instalaciones más modernas y exclusivas como lo son el Balneario De Caldes De Boí y el Spa Augusta.
Invierno en en Valle de Boí
Estas hermosas montañas cuentan con los mejores resorts para descansar y por qué no, para esquiar. Y para esto nuestras opciones son muy variadas, desde actividades para niños, o una escuela para perfeccionar la técnica del esquí o para aprenderla por primera vez y de un resort para descansar y aventurarse a deslizarse por la nieve en Boí Taüll Resort.
Para aquellos que son deportistas natos encontrarán en el Valle de Boí que la escalada en hielo, el esquí de montaña y el alpino, los trineos de perros, raquetas de nieve y las motos de nieve son las mejores opciones. Y aunque no sea invierno, la escalada en roca, las excursiones, el parapente, el descenso de barrancos y la caza y la pesca los mantendrán muy ocupados pero, sobre todo, relajados.
El Valle de Boí es, además, de interés cultural por la cantidad de catedrales románicas lombardas que hay en la zona, declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO. En la que podemos disfrutar de pintura mural, los descendimientos de la cruz, tallas y frontales de altar que llenan las naves de imágenes que revelan los valores espirituales de la sociedad medieval.